Las personas con diversidad funcional cognitiva no son “eternas niñas”, ni “angelitos”, ni “incapaces”.
Son personas adultas, con sueños, habilidades y opiniones propias.
Tienen derecho a decidir, trabajar, amar, aprender y equivocarse, como cualquiera.
💪 Dejemos de hablar por ellos.
Escuchemos su voz.
Empleo con Apoyo
Fundación Juan-Perán Pikolinos